TRATAMIENTOS MEDICIS PARA HACER FRENTE AL ESTRÉS
La «piel fatigada» es solo la punta del iceberg cuando el estrés o la falta de sueño van de la mano. La liberación de noradrenalina, radicales libres o cortisol, sumados a una piel incapaz de detoxificarse y regenerarse por sí misma acrecientan el problema. La Dra. María Penalba, especialista en dermatología médico-quirúrgica de IMR, nos da las claves para entender su origen y hacerle frente con la mejor aparatología médico estética
Madrid, enero de 2025. Radicales libres, noradranalina o cortisol son solo algunos de los términos que salen a relucir cuando el estrés y la falta de sueño entran a formar parte de nuestra vida. El resultado no puede ser más desesperanzador para nuestra piel, incapaz de detoxificarse y regenerarse durante el descanso nocturno, pide ayuda mostrando cinco indicadores de que no está funcionando como debe: acné, envejecimiento precoz, ojeras, descenso del colágeno e incluso sequedad e irritación cutáneas. Afecciones que, por suerte, se pueden prevenir prestando especial atención a sus primeros signos: el cutis fatigado. Esta terminología, explica la Dra. Penalba de IMR, se emplea para describir aquellas pieles con un aspecto opaco, signos visibles de cansando y falta de vitalidad. No se considera un diagnóstico médico como tal, pero nos ayuda a describir a todas esas pieles que sufren estas características.
Cutis fatigado: el SOS de nuestra piel ante la falta de sueño y estrés
A la hora de hablar del cutis apagado, añade la experta, es importante señalar que aquí juegan un papel muy importante los agentes que intervienen en lo que llamamos envejecimiento extrínseco. Es decir, aquel que tiene que ver con los hábitos de vida o agentes externos medioambientales. Por fortuna, podemos influir sobre los mismos. Algunos de los más comunes son la falta de sueño (durante el descanso la piel se regenera), el estrés, la deshidratación, la contaminación, los radicales libres que se regeneran, los malos hábitos alimenticios o la exposición solar.
Este tipo de pieles comienzan a acusar, añade, la falta de luminosidad, una textura desigual o áspera, que conlleva frecuentemente arrugas o finas líneas en su superficie, así como un tono de piel apagado e irregular. También se incluye dentro del término, las ojeras o la hinchazón alrededor de los ojos.
Consejos, más allá de los obvios, para prevenir la piel fatigada
Como dermatóloga, explica la Dra. Penalba, uno de los mejores consejos que puedo dar para prevenir esa piel fatigada es realizar una correcta protección solar diaria con un fotoprotector de amplio espectro, pues el daño UV puede dañar las fibras elásticas y colágenas de nuestra matriz dérmica. Además, ser constantes en nuestra rutina cosmética personalizada puede ayudarnos a prevenir cierto grado de flacidez: utilizar exfoliantes químicos suaves (como alfa o beta-hidroxiácidos) para renovar la piel y mejorar su textura nos ayudará también a la penetración de otros principios activos reafirmantes como los péptidos o los retinoides. Por último, hablando de prevención, hay que destacar la importancia del estilo de vida saludable. Llevar a cabo una dieta equilibrada rica en antioxidantes, proteínas y omega-3 nos ayuda a sintetizar colágeno desde el interior. Contrariamente, el tabaco y el alcohol aceleran el daño oxidativo y la pérdida de colágeno, impactando negativamente en la calidad visible de nuestra piel.
Oídos sordos a la piel fatigada: del cortisol a la noradrenalina hay un paso
Cuando hacemos oídos sordos a estos primeros signos – pérdida de luminosidad, arruguitas y ojeras – y seguimos acusando la falta de sueño o el estrés entran en juego otros factores que no solo inciden en la salud de nuestra piel, sino también de nuestro organismo en general:
• Noradrenalina: la liberación de esta sustancia produce una vasoconstricción que reduce la circulación sanguínea. En consecuencia se produce una disminución de la oxigenación y del aporte de nutrientes a nuestra piel.
• Radicales libres: aumenta la producción de radicales libres, lo que afecta negativamente al aspecto y estado de la piel. Se produce el estrés oxidativo y se favorece el envejecimiento prematuro.
• Cortisol: la llamada hormona del estrés repercute seriamente en la producción de colágeno y por ende en la formación de arrugas.
• Disminución de la progesterona: la piel se irrita y se vuelve más seca.
• Alteración de los ritmos circadianos: relacionados con una infinidad de afecciones dermatológicas, su alteración afecta principalmente a la reparación y detoxificación de las células durante la noche. Además, se desencadena una alteración de la barrera protectora que da lugar a una pérdida de agua transepidérmica (sequedad), cambios en la producción de melatonina o un empeoramiento del estrés oxidativo de las células.
• Afecciones dermatológicas: la dermatitis atópica, el acné, la rosácea o psoriasis se reactivan cuando el estrés es acusado y se alarga en el tiempo.
Tratamientos para combatir la falta de sueño o el estrés
En caso de que presentemos un cuadro de piel fatigada, la especialista incide en mejorar la luminosidad, restaurar la hidratación, estimular la renovación celular y proteger la piel del daño oxidativo con retinoides, péptidos biomiméticos, activos redensificadores como el ácido hialurónico o las ceramidas, además de vitamina C o resveratrol, por su capacidad para hacer frente al daño oxidativo.
Si necesitamos un efecto más intensivo o rápido, podemos complementar los tratamientos cosméticos en consulta con peelings químicos suaves, sesiones de radiofrecuencia o láser, aplicación de inductores de colágeno o mesoterapia con vitaminas para revitalizar la piel desde el interior. También recomiendo:
• Hydrafacial: este protocolo rejuvenecedor limpia en profundidad, exfolia e hidrata en un solo procedimiento. Es sin duda una de las opciones favoritas para obtener resultados inmediatos y una luminosidad sin igual. Utilizando una tecnología patentada de succión y un suero especializado, Hydrafacial elimina las impurezas, el exceso de sebo y las células muertas, mientras infunde nutrientes revitalizantes. Desde la primera sesión la piel está más suave, más luminosa y con un aspecto más juvenil. .
• Radiofrecuencia con microagujas: esta tecnología se sirve de unas microagujas que penetran de las capas más profundas y emiten energía de radiofrecuencia. Gracias a esta acción se estimula la producción de colágeno y elastina, mejorando la firmeza y la textura de la piel desde el interior. Además, prepara la piel para que los resultados del láser sean aún más efectivos.
• Láser de picosegundos: emite pulsos ultracortos que fragmentan los pigmentos superficiales y estimulan la renovación celular. Por ese motivo es eficaz para eliminar las manchas, unificar el tono y devolver la luminosidad perdida al rostro. Mientras la radiofrecuencia con microagujas actúa a nivel interno, el láser de picosegundos actúa en las capas superficiales, eliminando las imperfecciones visibles y aportando luminosidad inmediata.
Comentarios