VERDADES Y MENTIRAS DEL COMBO ESTÉTICO

No se trata en ningún caso “ de una intervención múltiple” de cirugía plástica
 
El cirujano plástico de Clínicas Dorsia, Jordi Mir, aclara cuándo, cómo y donde deben realizarse este tipo de intervenciones
 
Una cirugía estética siempre supone un riesgo, aunque mínimo, un riesgo. Al igual que en cualquier otro procedimiento que se realiza en un quirófano bajo una anestesia, intervienen una serie de factores que pueden incidir tanto en la operación como en la recuperación posterior. Se trata de la edad, los antecedentes clínicos del paciente, el estado actual de sus tejidos, sus hábitos tóxicos y el tiempo de que dispone para el postoperatorio, según explica el doctor Jodir Mir.
 
Por este motivo, aclara el cirujano de Clínicas Dorsia, si una vez analizados los anteriores elementos se considera que el paciente se encuentra en un estado óptimo se procede a la intervención, que, en muchos casos, se trata de un procedimiento combinado. Es decir, se aprovecha el paso por el quirófano para realizar dos cirugías.
 
Hablamos del mal entendido “combo estético”, puesto que, según explica el doctor Mir , se trata siempre de dos intervenciones cortas, siguiendo la línea antes mencionadas de seguridad y calidad para el paciente. Son frecuentes las asociaciones de cirugía mamaria con otra intervención como abdominoplastia, rinoplastia, liposucción o blefaroplastia. Estos procedimientos no deben sobrepasar las cuatro o cinco horas y deben realizarse, por supuesto, en centros con todos los requisitos, como una UVI.
 
 
Es decir, no se da esa , por llamarlo de alguna manera “ barra libre de bisturí”, una intervención múltiple, puesto que se trabaja en la línea de belleza responsable. Esta doble demanda, además, suele responder a situaciones concretas como la pérdida de la figura tras la maternidad: “A menudo vemos pacientes que vienen a vernos tras haber tenido descendencia, cuando ven que les ha quedado el pecho feo tras la lactancia. El pecho puede quedar vacío y descolgado, y requiere subirlo y colocar un implante para rellenarlo. A esta cirugía asociamos a menudo el retensado del abdomen (lipoabdominoplastia), que ha quedado flácido después del embarazo.”
 
Por supuesto, también inciden, como ocurre en las intervenciones únicas, los cambios estacionales. Con la llegada de la primavera y la inquietud por perder esos kilos acumulados durante el invierno, por recuperar la figura, aumenta la demanda de cirugía estética. En otras ocasiones, existe una inquietud por mejorar el aspecto, sin saber exactamente qué se quieren hacer .
 
En este punto, según el cirujano plástico, “Es básico hablar con honestidad sobre qué tenemos y qué podemos conseguir; y también de las complicaciones que puede conllevar la cirugía. Nosotros mediamos entre lo que le preocupa al paciente y lo que se puede hacer para mejorarlo.” Se trata de escuchar al paciente , de conocer sus expectativas.
 
 
Apartado propio merece la cirugía facial, en la que siempre se puede hablar de intervenciones combinadas, puesto que hoy día la medicina estética sirve de complemento a las operaciones clásicas.El rostro se estudia como un conjunto y se busca su armonía y rejuvenecimiento. Así, a una blefaroplastia, o corrección de bolsas y ojeras se pueden, si así se requiere, añadir los cinco tratamientos estrella para la cara : masajes de drenaje linfático, gimnasia facial dirigida, botox, mesoterapia y fillers.
 
 
Por último, aclara Jordi Mir, es importante no encasillar a los pacientes de la cirugía plástica. En este punto no hay edades ; son sólo personas que quieren sentirse mejor consigo mismo.
 
Jordi Mir es cirujano estético de Clínicas Dorsia

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