DÍA DE QUEDARSE EN CASA


Estrella Galicia reúne las claves para servir una cerveza perfecta sin salir de casa

 

La marca de cervezas de Hijos de Rivera recuerda, con motivo de esta divertida celebración, los cinco pasos para disfrutar de una copa de cerveza bien servida en casa con consejos que nos permitirán ser el perfecto anfitrión

 

No beberla directamente de la botella, refrescar pero no congelar la copa, inclinarla 45 grados o enderezarla al alcanzar los tres cuartos de su capacidad son algunos de los consejos de Fernando Iglesias, responsable de Cultura de Cerveza de Hijos de Rivera

 

El 30 de noviembre ha sido la fecha elegida para celebrar el Día de quedarse en casa, una festividad diferente y alternativa en la que Estrella Galicia, la marca de cervezas de Hijos de Rivera, aprovecha para recordarnos cómo servir una cerveza perfecta desde la comodidad del hogar.

 

Esta fecha reivindica los momentos para uno mismo y el hecho de poder disfrutarlos dentro de casa, en línea con muchas corrientes que animan a gozar de nuestro hogar y son tendencia en la actualidad, como la práctica bautizada como ‘nesting’, que cuenta cada vez con más seguidores.

 

Una gran manera de disfrutar del Día de quedarse en casa es hacerlo degustando en el hogar una cerveza perfectamente servida, ya sea en pijama o recibiendo a invitados, familiares o amigos.

 

Teniendo en cuenta estas premisas y con motivo de esta divertida celebración, Estrella Galicia recuerda las claves para ser un perfecto anfitrión. Así, de la mano de Fernando Iglesias, responsable de Cultura de Cerveza de Hijos de Rivera, nos aconseja los cinco pasos para degustar de una cerveza perfectamente servida en el hogar:

 

La preparación:

El primer paso es tener lista la copa, vaso o jarra en la que beberemos la cerveza. No es recomendable beberla directamente de la botella, para que el gas carbónico pueda liberarse y se forme de esta manera la espuma. Así, además, podremos apreciar mejor los aromas de la cerveza.

Es recomendable que la copa no esté caliente, pero tampoco congelada. Ya que el hielo descarbonata la cerveza, perjudica la calidad de la espuma y atenúa en exceso la temperatura de consumo.

Es de gran ayuda refrescar el interior de la copa con agua fría, escurriéndola muy bien, justo en el momento previo a servir la cerveza.

La inclinación:

Con la copa inclinada 45 grados acercamos la botella a su borde sin que se toquen. Dejaremos que la cerveza se deslice suavemente por la pared interior de la copa con un caudal lento y constante.

La precisión:

A medida que la copa se va llenando hasta los tres cuartos de su capacidad, lentamente la vamos colocando en posición vertical procurando generar la menor cantidad de espuma posible.

La coronación:

Vaciaremos la totalidad del contenido de la botella en la copa, jugando con la altura que hay entre ambas. Dejamos que la cerveza golpee sobre el líquido existente en la copa, mientras se va generando una corona de espuma (giste) que deberá ser de unos tres centímetros.

La presentación:

Solo queda apoyar la copa sobre un posavasos y disfrutar de una cerveza perfecta servida en casa. 

 

En cualquier caso, Fernando Iglesias recuerda que “estos pasos son sólo consejos, pero la cerveza es una bebida para disfrutar y lo más importante son los gustos de cada consumidor”.

 


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