¿COMO PREPARAR LA HABITACION DEL BEBE AL ESTILO MONTESSORI?
Cómo preparar
la habitación del bebé al estilo Montessori
·
¿Qué es un ambiente
preparado?
·
¿Qué necesita realmente un bebé?
·
Seguridad, practicidad y sentido de la pertenencia
¿Qué está pasando
con aquellas habitaciones diseñadas por y para adultos, de decoración de
revista y con mobiliario caro y poco práctico desde el punto de vista de las
necesidades del niño?
Cada vez son más
familias las que se platean a fondo cómo quieren preparar todo incluso antes de
la llegada del bebé, y la verdad es que merece la pena pararse un momento a
reflexionar sobre el estilo de crianza que queremos llevar antes de empezar a
gastar dinero en cosas de las que la única necesidad que tenemos es la que
nos han creado.
Haya o no “cheque bebé” facilitado por
las administraciones, (dejando aparte el debate sobre si existe algún apoyo a
las familias y al fomento de la natalidad), la mayoría de las parejas,
especialmente las primerizas, pasan una fase de estrés durante el embarazo en
la que parece que tienen que transformar la casa en una de revista: comprar una
cuna, (con la cómoda a juego mucho mejor), una mini cuna, un moisés, una hamaca,
una trona, un parque o gimnasio... Pero,
¿de verdad el bebé “necesita” todo esto?
Lo que termina ocurriendo en más de un
hogar es que la clásica cuna termina haciendo de guardarropa porque cuando nace
ese pequeño ser que es lo que más queremos en el mundo terminamos haciendo colecho
y la cuna se intenta utilizar alguna noche hasta que finalmente se decide
apostar por la solución más práctica, especialmente cuando se practica lactancia
materna o cuando los despertares son continuos, (que esto es lo normal
durante al menos el primer año de vida, por mucho que nos intenten vender otra
cosa o hacernos sentir culpables).
Un bebé lo único que necesita es cariño
y afecto de sus progenitores, pero, sobre todo, contacto con su
madre, especialmente durante el periodo de exterogestación, en el que la
simbiosis es muy fuerte y necesaria. Nils Bergman, famoso neonatólogo precursor
de los cuidados madre canguro, explica que el ser humano tiene 1000 días únicos
e irrecuperables para formar su estructura cerebral, crear sus neuronas y sus
sinapsis (hasta 1 millón por minuto durante el primer año de vida), periodo que
comprende el embarazo y los primeros dos años.
¿Y
si sustituimos todas estas “necesidades” por un buen portabebés, o incluso un
sillón o cojín de lactancia?
Los fabricantes de este tipo de
productos saben que los padres damos todo por los hijos, el pedazo de pastel es
muy jugoso y hasta en los catálogos podemos ver carritos de bebé a juego con el
bolso de la mamá con precios por encima de los 1000 €, ¿estamos locos? Más
valdría que se preocupasen de lo que es verdaderamente importante y ofrecieran
información veraz y no sesgada por los márgenes comerciales, como por ejemplo
una buena silla de seguridad a contramarcha para el coche que se adapte
al que tiene la familia, porque esto realmente puede salvar vidas.
¿Camas
Montessori?
Dentro del hogar, afortunadamente, son
muy pocas las cosas que realmente se necesitan. Si existe una verdadera
posibilidad de terminar haciendo colecho, podemos postponer la compra de la
cuna hasta estar seguros de que la necesitamos, o incluso pensar en una camita
a ras del suelo. María Montessori asemejaba las clásicas cunas de barrotes a
las cárceles, ya que limitan completamente la autonomía del niño (no
puede entrar y salir sin la ayuda de un adulto), e incluso pueden darnos más de
un susto cuando aprenden a trepar, intentar escapar y terminan cayendo. Que
levante la mano quien no le haya pasado alguna vez algo parecido o conozca un
caso cercano.
Por otro lado, recordemos que hamacas,
andadores, parques y tronas son elementos que han sido diseñados para la
comodidad de los adultos, para poder asegurarnos de que no se mueven mucho
o no corren peligro mientras “tenemos que hacer otras cosas”.
En este sentido, los famosos “taka-taka”
o andadores deberían quedar desterrados de una vez por todas, ya lo llevan
tiempo advirtiendo los fisioterapeutas, porque además de impedir el movimiento
en libertad y desarrollo del gateo “fuerzan al bebé a colocarse en postura
bipedestante cuando todavía no tiene suficiente tono muscular en las piernas y
no está preparado para hacerlo, con todas las consecuencias que ello comporta”.
(Dr. Jorge Ferré)
¿Cómo
debe ser un ambiente preparado?
La mente absorbente del
niño aprende del ambiente que le rodea, por tanto, si dejamos de lado todas estas ideas y
nos concentramos en el bebé, podemos preparar la habitación de una forma
minimalista, con las cosas que realmente nos van a hacer el día a día más fácil
y teniendo en cuenta que el ambiente irá evolucionando en función de sus
necesidades.
Estas son algunas ideas para comenzar:
·
Un tapete en el suelo en el que permita movimiento
libre y en el que el bebé pueda ejercitar su cuerpo e ir superando hitos
evolutivos como el agarre de objetos, volteo, arrastre, gateo, sedestación...
· Un espejo de seguridad a su altura, a través del cual
pueda reconocerse y crear su propia autoimagen.
·
Una barra horizontal regulable para que pueda
empezar a agarrarse e incorporarse cuando esté preparado.
·
Mobiliario a su altura de fácil acceso,
(si puede ser evitando puertas cerradas mucho mejor)
Juguetes educativos cuidadosamente seleccionados y fabricados con
materiales naturales, (muy pocos, evitando sobre-estimular, se pueden incluso
ir alternando).
Montessori no es un método de decoración,
sino una pedagogía con resultados avalados en muchos países del mundo desde
hace más de un siglo, y para muchos, una filosofía de vida.
Los primeros años de vida son
claves en la construcción del ser humano, y necesitamos desarrollarnos en un espacio
seguro, con cariño y al cual podamos sentir que pertenecemos.
Así puedes, si seguimos estos
principios enfocaremos nuestra mirada a buscar la seguridad, autonomía, libertad,
pertenencia, belleza y practicidad.
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