Oro en la pieza de arte de Jacinto de Manuel, negro en la seda y los mitones que la acompañan componen la ecuación de moda y buena suerte con la que Cristina Pedroche ha presentado este año las campanadas en A3 y se ha mostrado así de emocionada: “Con esta escultura siento que me puedo comer el mundo, que soy invencible e imparable. Me siento más poderosa que nunca y muy orgullosa de todo mi equipo que me han ayudado para brillar así y que han hecho posible que este sueño se haya hecho realidad”.
Por quinto año consecutivo, ha contado con su estilista Josie como impulsor y director creativo de este proyecto que mezcla moda y arte para incrementar cualitativamente uno de los estilismos más mediáticos del año y así explica el televisivo periodista de moda cómo surgió la idea: “Gracias a un reportaje que realicé para Harper’s Bazaar entré en contacto con Jacinto de Manuel y con su círculo de artistas y artesanos que han hecho posible el salto cualitativo que este estilismo de Nochevieja necesitaba. Del protagonismo textil que ha prevalecido durante los años anteriores, hemos pasado a una colaboración artística que recrea en clave idealizada el cuerpo de Cristina Pedroche y que era crucial para seguir progresando, sorprendiendo y emocionando a su público”
Jacinto de Manuel aceptó este reto en torno al mes de julio y desde entonces ha trabajado en un proceso creativo que resume a través de esta declaración:
“La pieza final es resultado y evolución del primer bloque de escayola que empezamos a tallar mezclándolo con moldes directos sobre el cuerpo de Cristina, uniendo partes y medidas reales con otras idealizadas para conformar el busto de una diosa. Aquellos puntos donde las medidas del busto y de Cristina debían ser exactas se han llegado a tomar impresiones hasta en ocho ocasiones; aunque el proceso más complejo, importante y de mayor duración ha sido el de tallado y modelado, llegando a llevar mas de 500 horas de trabajo junto al maestro Juan Carlos Andrés.
A continuación, procedimos a realizar un molde de silicona y escayola para sacar una primera pieza de resina y fibra de vidrio reciclado, en donde se han realizado todas las pruebas tanto de acabado como de fijaciones o rectificaciones físicas tras las pruebas con Cristina. Después de este proceso se sacó un nuevo y definitivo busto rectificado que se ha finalizado mediante la técnica tradicional de dorado con pan de oro, con ayuda del maestro Damian Rojo”
Asimismo, la inspiración de este estilismo cuenta con una importante carga mitológica que ha sido determinante en el resultado final. El dorado hace referencia a la manzana dorada de la discordia de la diosa Romana y Jacinto de Manuel ha tomado el camino de Gea inspirado también por el Kintsugi, el arte ancestral japonés de arreglar objetos dañados con oro: “Se basa en ver lo bello en lo imperfecto, y al dotar a esa imperfección del influjo del oro no sólo se arregla el objeto, sino que se consigue ir un paso más allá creando algo nuevo, más poderoso.” Explica el artista que recoge una tradición muy repetida a lo largo de la historia, ya que desde el paleolítico hasta nuestros días (la Venus de Willendorf, la de Milo, el nacimiento de Venus de Boticelli o la Venus del espejo de Velázquez) se ha intentado divinizar el cuerpo femenino.
La pieza artística ha estado acompañada de un cameo textil realizado por modistas dirigidas por Josie, que han confeccionado una gargantilla de seda negra que se extiende por el frente y el trasero de la escultura a modo de tirante, sujetando una falda con cola de más de 5 metros que hace las veces de capa globo. El estilismo se remata con un par de mitones negros de 16 pulgadas y una manicura a juego con el lápiz de labios rojo que forma parte de la colección de maquillaje que Cristina Pedroche ha creado para INGLOT.
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