Las “frescaciones” o “coolcationes”,que proviene de los términos en inglés 'cool' (fresco) y 'vacations' (vacaciones), es una tendencia de turismo cada vez más al alza y significa buscar climas moderados para las escapadas, alejándose de las temperaturas altas y los climas calurosos que se pueden dar en lugares de playa, islas o destinos más exóticos.
Con la llegada de la Navidad, la Sierra de Aracena se convierte en el refugio perfecto para quienes buscan disfrutar de las fiestas alejados del bullicio de la ciudad. Sus paisajes de ensueño y su rica gastronomía ofrecen una experiencia única para celebrar la Navidad.
Entorno natural para descansar y desconectar
Es el destino ideal para disfrutar del invierno en su máxima expresión. Sus extensos bosques de encinas, alcornoques y castaños pintan de tonos dorados y ocres un paisaje que invita a pasear y descubrir rutas de senderismo o tesoros naturales como la famosa Gruta de las Maravillas.
Pasar la Navidad en la Sierra de Aracena es dejar las prisas atrás para dar paso a días en los que se puede disfrutar del aire puro, el sonido de los riachuelos y el aroma de las chimeneas encendidas. Es un destino perfecto tanto para familias que buscan un entorno seguro y tranquilo para disfrutar de las vacaciones como para parejas que desean una escapada romántica en un entorno rural auténtico.
Tradiciones navideñas
En los pueblos de la Sierra de Aracena la Navidad se vive de una manera especial: calles adornadas con luces y belenes artesanales, ferias de productos locales y tradiciones que se mantienen vivas, como la matanza del cerdo ibérico o las zambombadas, donde la música y la alegría de los villancicos envuelven el ambiente.
Riqueza gastronómica
Esta zona es sinónimo de una gastronomía rica y variada, con productos de la máxima calidad como el jamón ibérico de Jabugo, reconocido a nivel mundial y protagonista de muchos de los platos más destacados de estas fiestas.
Alojamiento en Hotel Convento Aracena & Spa
El lugar ideal para alojarse en estas fechas. Se encuentra a los pies del castillo de Aracena, en un antiguo convento del S. XVII que perteneció a la Iglesia hasta 1972. En 2013 se restauró, consiguiendo el perfecto equilibrio entre los elementos clásicos del convento y la decoración e instalaciones dignas de un moderno hotel siendo, en la actualidad, el hotel más significativo de toda la comarca.
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