CUIDADO EMOCIONAL EN VERANO

 CUIDADO EMOCIONAL EN VERANO: CÓMO DISFRUTAR SIN DESCUIDAR LA SALUD MENTAL

 
Clínica López Ibor ofrece 10 claves prácticas para un verano emocionalmente saludable
 

Con la llegada del verano, muchas personas se preparan para desconectar, viajar o reencontrarse con amigos. Sin embargo, detrás del aparente descanso, esta estación también puede traer consigo un aumento de estrés, ansiedad, expectativas frustradas o desajustes emocionales.
 
Los expertos de Clínica López Ibor, centro de referencia en salud mental en España, alertan de la importancia de no descuidar el bienestar psicológico durante el verano: “Es un periodo que rompe rutinas y puede provocar tanto una sensación de libertad como de vacío. Hay quien experimenta estrés por la falta de estructura, presión social por ‘aprovechar’ cada día o malestar emocional por no cumplir con las expectativas”, explica el responsable de psicología de Clínica López Ibor, Pedro Neira. 
 
¿Vacaciones perfectas o presión emocional?
 
Las redes sociales, los viajes organizados o la idea de que “todo debe ser felicidad” pueden ejercer una presión innecesaria. “El mito del verano perfecto es uno de los grandes generadores de frustración”, indica Pedro Neira. “Compararse, sentirse obligado a estar bien o vivir de forma intensa puede hacer que muchas personas se sientan desconectadas de sus verdaderas necesidades” añade el psicólogo.
Por ello, los profesionales del centro han elaborado una lista de recomendaciones clave para cuidar la salud emocional en los meses estivales.
 
10 CONSEJOS DE LOS EXPERTOS PARA UN VERANO EMOCIONALMENTE SANO:
 
1. Baja el ritmo sin desconectarte de ti
Disfrutar del tiempo libre no significa abandonar las rutinas saludables. Establecer horarios flexibles para dormir, comer o realizar actividades placenteras ayuda a mantener el equilibrio emocional.
 
2. No idealices el verano: escucha lo que realmente necesitas
Es normal no tener unas vacaciones de revista. Pregúntate qué te apetece realmente: ¿descansar, estar solo, hacer planes tranquilos, reconectar con alguien? Escuchar tus propias necesidades emocionales es el primer paso para cuidarte.
 
3. Si tienes hijos, baja tus expectativas y sube la conexión
El verano con niños puede ser una fuente de disfrute… o de agotamiento. No todo tiene que ser perfecto:
  • Prioriza momentos de calidad antes que grandes planes.
  • Establece rutinas básicas, incluso en vacaciones.
  • Acepta que aburrirse también es saludable.
    “Muchos padres se sienten desbordados por la presión de ‘hacerlo todo bien’. Relajarse, disfrutar del presente y cuidar tu propio bienestar es también cuidar de tus hijos”, explican desde la Clínica López Ibor.
4. Haz espacio para ti (aunque estés rodeado de gente)
Las reuniones sociales aumentan, pero también puede hacerlo la saturación. Date permiso para tener momentos de soledad, silencio y autorreflexión.
 
5. Cuerpo y mente: aliados también en vacaciones
El ejercicio físico, una alimentación equilibrada y la exposición moderada al sol pueden mejorar el estado de ánimo. Mover el cuerpo y cuidar el descanso es esencial para estabilizar la química cerebral.
 
6. Pantallas y jóvenes: límites claros, alternativas reales
El tiempo libre y la falta de estructura pueden aumentar el uso de pantallas. Desde Clínica López Ibor se recomienda:
  • Establecer horarios de uso concretos.
  • Fomentar planes alternativos (deporte, juegos, lectura, tiempo en familia).
  • Hablar abiertamente sobre el uso de redes y videojuegos.
    “El verano puede ser un momento clave para reconducir hábitos tecnológicos, especialmente en adolescentes”, alertan los expertos.
7. Verano y adicciones: contexto de riesgo, momento clave para prevenir
Según la Encuesta EDADES 2024 del Ministerio de Sanidad, el consumo de alcohol en atracón (binge drinking) afecta al 16 % de los jóvenes de entre 20 y 29 años, especialmente en contextos sociales como el verano. Además, el 12,6 % ha consumido cannabis y el 12 % hipnosedantes en el último año, lo que refleja una tendencia preocupante que puede intensificarse durante las vacaciones estivales. Desde López Ibor se recuerda:
  • La exposición a entornos de riesgo (fiestas, ocio nocturno) aumenta la vulnerabilidad.
  • La gestión emocional es clave para prevenir conductas compensatorias.
  • La prevención y la información pueden marcar la diferencia.
    “El verano no causa adicciones, pero sí puede ser el escenario perfecto para que se activen. Estar atentos es fundamental”, indican desde la clínica.
8. Teletrabajo en verano: flexibilidad sin autoexigencia extrema
Quienes combinan vacaciones con trabajo deben marcar límites claros:
  • Horarios definidos.
  • Separar espacios personales y profesionales.
  • Priorizar también el descanso mental.
    “El teletrabajo sin desconexión real puede provocar agotamiento emocional incluso en vacaciones”, advierten los especialistas.
9. Cuida tus relaciones, pero también la relación contigo mismo
Las vacaciones pueden reforzar vínculos o acentuar tensiones. Sé honesto con tus emociones, comunica tus necesidades y no te obligues a compartir tiempo si no te sientes bien.
 
10. No esperes a septiembre: si lo necesitas, pide ayuda
Cambios bruscos de ánimo, ansiedad persistente, insomnio o sensación de vacío pueden ser señales de alerta. Buscar ayuda profesional a tiempo puede prevenir que el malestar se cronifique.

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