LA OTRA CARA DE LA OBESIDAD

 10 de octubre: Día Mundial de la Salud Mental

La otra cara de la obesidad: la dimensión emocional que no se ve en la báscula

  • En el Día Mundial de la Salud Mental, es esencial reconocer que cuerpo y mente forman un solo sistema: cuando uno se desequilibra, el otro también padece.
  • Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad ha alcanzado dimensiones epidémicas a nivel global, afectando a más de 650 millones de adultos y 340 millones de niños y adolescentes, con cifras que siguen en ascenso.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad ha alcanzado dimensiones epidémicas a nivel global, afectando a más de 650 millones de adultos y 340 millones de niños y adolescentes, con cifras que siguen en ascenso. Solo en España, el 60% de los adultos tiene sobrepeso y el 23% padece obesidad, según la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO). Pero estas cifras no cuentan toda la historia. Detrás de cada número hay una persona que, muchas veces, libra una batalla silenciosa que no se ve en los análisis clínicos ni se mide en kilos: la gestión emocional.

La conexión entre cuerpo y mente no es un concepto abstracto, sino una realidad científica. Cuando una persona atraviesa estrés, ansiedad o depresión, las hormonas y neurotransmisores que regulan las emociones también afectan los procesos metabólicos y la forma en que el cuerpo almacena o utiliza la energía. Esto puede alterar los hábitos alimentarios, convirtiendo la comida en una vía de escape o consuelo emocional.

Perder peso no es un camino fácil, puede implicar una lucha diaria contra nuestra propia mente, lo que refleja cómo la relación entre la obesidad y la salud mental evidencia la profunda conexión entre el bienestar físico y emocional.

Pero, hay un faro de esperanza: un estudio realizado recientemente por PronoKal, empresa especializada en el tratamiento del sobrepeso y la obesidad bajo supervisión médica, reveló que el 58% de los encuestados define el “peso saludable” como “aquel que te ofrece salud y bienestar, aunque no sea el peso perfecto”. Este cambio de perspectiva refleja una evolución hacia un enfoque más consciente y menos centrado en la báscula.

Cuando se toma la decisión de cambiar, empieza otro reto. No basta con una dieta o una tabla de ejercicios. Conseguir un peso saludable implica gestionar los pensamientos que pueden sabotear nuestro propósito, así como al posible sentimiento de culpa después de un desliz y, en algunos casos, a la vergüenza sufrida durante años.

De la báscula al bienestar integral: 5 pilares para un peso saludable y una mente en equilibrio

El camino hacia un peso saludable no debería vivirse como una lucha, sino como un acto de autocuidado y amor propio. Pilar Morales, Responsable del Área de Coaching de PronoKal Group®, explica los cinco pilares esenciales para cultivar el bienestar aplicados al contexto de la obesidad, según el modelo PERMA, propuesto por el psicólogo Martin Seligman:

  1. P – Emociones positivas y gratitud (positive emotions). Aumentar la consciencia de las pequeñas chispas de bienestar que se viven en el día a día: saborear el hecho de dormir mejor, agradecer que el cuerpo se sienta más ligero, disfrutar de un paseo al aire libre… Estas emociones generan motivación y reducen el estrés, y por eso facilitan mantener los nuevos hábitos.
  2. E – Compromiso (engagement). Buscar actividades que generen disfrute (bailar, caminar al aire libre, preparar comidas saludables con creatividad…) favorece la constancia y aleja la sensación de obligación.
  1. R – Relaciones positivas (relationships). Contar con apoyo emocional de familiares, amistades, profesionales o grupos de acompañamiento reduce el aislamiento y favorece la perseverancia.
  2. M – Propósito (meaning). Conectar el cuidado del cuerpo con un propósito mayor, como, por ejemplo, estar más disponible para la familia, recuperar la vitalidad, participar en actividades significativas, da un sentido más profundo al proceso.
  3. A – Logros (accomplishment). Es la satisfacción que sentimos al ver el progreso acumulado en el tiempo: poder caminar una distancia mayor que antes, ver cómo mejora la relación con la comida, recuperar energía para actividades que parecían imposibles... Reconocer estos logros alimenta la confianza y ayuda a sostener el cambio a largo plazo. 

“Este enfoque ayuda a transformar el camino hacia un peso saludable en un proceso de crecimiento personal y bienestar integral, más allá del peso o la báscula”, declara Pilar Morales.

El Día Mundial de la Salud Mental nos recuerda que cuidar la mente es cultivar los recursos que nos sostienen cada día. Para quienes viven con obesidad o están en proceso de pérdida de peso, la atención a la salud mental es el cimiento de un cambio duradero, que se vive con dignidad, esperanza y equilibrio.

 

Alimentarse de forma consciente, cuidar las relaciones, dormir bien y gestionar las emociones no son acciones aisladas: son los hilos que tejen una vida más saludable y plena.

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